miércoles, 6 de mayo de 2009

MATIAS Y SU MURALLA



1ER ENCUENTRO. "BRISA"

Matías llevaba ya casi 4 meses caminando sobre la muralla, cuando tuvo su primer encuentro, esta vez fue una mujer, cuando el le pregunto su nombre, ella respondió
- Brisa –
Matías supuso que como su nombre lo decía, iba a ser una bocanada de aire fresco, sin embargo, resulto ser todo lo contrario.
Brisa tenia unos ojos oscuros, pero expresiones faciales que a Matías le resultaban gratificantes y casi familiares.
Cuando Matías miro fijo a los ojos de brisa, esta le contesto con una sonrisa y le dijo
-quieres venir a tomar el te y refrescarte?-
Matías accedio y dejo al menos por unos días, su camino, su muralla.
Brisa poseía una casa color ocre, esto a Matías le brindaba aun más confort.
Los primeros días en los que Matías compartió la casa con brisa, pasaron normalmente, con largas jornadas en las que ella le contaba su vida, luego, comenzaría un proceso que marcaría a Matías para siempre.
Una de esas tardes de te, brisa pregunto:
- Y vos Matías? De donde venís?-
Matías respondió:
- No se de donde vengo, ni tampoco adonde voy, no logre descifrar cual es mi misión, solo camino, sigo mi instinto.-
Brisa sorprendida le pregunto a Matías, cuantos años tenia, si recordaba algo o si conocía a sus padres.
Matías ahora con un poco de vergüenza respondió:
-No se-
Brisa, percibió que la conversación le estaba haciendo mal a Matías, por lo que cambio de tema rápido.
-yo tengo un libro, que tiene cuentos, quizás podes leerlo… distraerte, y así los recuerdos vienen solos-
Matías le contó que no sabía tampoco como leer, y esto hizo que brisa se decidiera enseñarle a leer y a escribir también.
Así fue que durante 1 mes brisa le enseño a Matías, cada sonido, cada imagen, cada significado y cada forma, el aprendió a escribir y a leer, Matías era ahora un hombre de letras que por la tarde se sentaba a leer, mirando el exterior e incluso a veces se animaba a salir a caminar por los alrededores.
Cuando el invierno se acercaba Matías contrajo una fuerte gripe que lo dejo en cama por 1 semana, durante la mayor parte del tiempo brisa estuvo con el.
Un día por la mañana, brisa salio a comprar cosas para cocinar, haciendo prometer a Matías que la esperaría con el te por la tarde, algo que ya se había vuelto una hermosa costumbre entre ellos dos.
Paso la tarde y brisa no llego, el te ya frío y la preocupación de Matías creciendo, hicieron que una vez entrada la noche, Matías se haya decidido a ir a buscarla al pueblo.
Recorrió almacenes, bares y llego a la estación de tren, donde encontró a brisa, que sin darse cuenta que estaba siendo observada, se subió al tren, dejándolo, para siempre.
Matías sintió que su pecho poco a poco se cerraba, se endurecía, y lagrimas que recorrían sus mejillas, brisa, se había ido.
Esa mujer que le había enseñado tanto, lo abandono, sin decir nada, y sin intenciones de volver.
Matías volvió a la casa color ocre, y comprendió que debía seguir, sin mirar hacia atrás, tomo su mochila y en ella guardo el libro con el que había aprendido a leer y seco sus lágrimas con un pañuelo de papel, que guardo en el libro.
Así… cada vez que recuerde a brisa y vea el libro, iba a recordar que quien le había enseñado una de las lecciones mas importantes de su vida era también quien le había hecho derramar su primer lagrima.
Y volvió a la muralla, a seguir caminando, a seguir creciendo…
Increiblemente escrito por... Nick. a las... 1:29 p. m. |
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