Mis oídos escuchaban la lluvia caer, afuera el cielo estaba gris, sin embargo mi cama seguía tibia. Pensé como tantas veces si era mejor pasar el día ahí, en el único lugar donde estoy en paz lejos de tus ojos. Mi ventana estaba abierta, todo un asunto, pues la brisa fría lograba casi tocar mi cara, casi como cuando alguien te engaña y enfría tu corazón, me senté en la cama, procurando que mi pie derecho toque primero el piso que cualquier parte de mi cuerpo, si ya se soy supersticioso, finalmente apoye ambas plantas de los pies en el piso, y sentí miedo, ese miedo y ese frío que te recorre, cuando el cuerpo esta tan tibio. Pensé en un momento volver a mi tibio lugar, a mi almohada con perfume, a mis sabanas lisas y suaves. Pero un día me enseñaron que aquello que mas miedo te da y lo que mas frío te hace sentir es lo que hay que entibiar, quizás por eso me gusta generar sonrisas también. Aunque a veces se hace realmente difícil entibiarte a vos mismo si no tenes unos ojos, o alguien que te regale una sonrisa.
Finalmente. Decidí hacerlo, entibiar mi día, generar sonrisas, no tenerle miedo al frío, y seguir esperándote.