Creo que a nadie le gusta la soledad sostenida, quizás por el hecho de helarte la sangre, quizás por el hecho de sentirte preso en un cuerpo, o simplemente por el hecho de tener demasiado tiempo para pensar, la soledad nos lleva a lugares que nosotros ni siquiera sabíamos que existían en nuestra personalidad, así la soledad también puede ayudar a autodescubrirnos, pero… lo mejor es tener un limite, muchas veces me puse a pensar cuantas horas del día pasaba sin emitir una palabra gracias a la soledad, fueron muchas y la verdad es que no me gusta.
También comprendí que la soledad puede ser rutinaria, pero que no nos engaña, a veces en soledad es cuando te das cuenta quien verdaderamente te acompaña, será así que muchas veces se le puede decir amiga soledad?
Es mucho mejor estar acompañado, quiero estar acompañado, quiero ser por el otro, quiero hacer por el otro.
Ya no soy yo, ni mi soledad, soy por otro, y la soledad se va a tener que ir…