Mi corazón palpitaba fuerte, mi padre me había invitado a comer al Shopping, durante el viaje podía degustar el queso cheddar de la hamburguesa de MC, o quizás, una buena milanesa con aceite y papas fritas, papá me llevaba al palacio de la comida chatarra, ese lugar en el que no me importaba manchar mis manos, pero amaba degustar cada uno de esos manjares, sin embargo mi ilusión y mis papilas gustativas se vieron frenadas cuando dijo.

“estas comiendo mucha chatarra, hoy comemos pollo con puré”

La vena que recorre mi frente empezó a sobresalir, mi tono de piel empezó a enrojecerse, casi como un increíble Hulk en ebullición tomaba temperatura, pero bue, era mi padre, y me banca no le podía hacer nada.

Ahora, para qué mierda me lleva al palacio de la comida chatarra a comer comida sana.
Hoy le pongo azúcar al bife, lo tengo decidido.