Hoy luego de despertar de mi linda siesta en la que soñé con un cepillo de dientes gigante, que según Google quiere decir: “Ver una cepillo de dientes en el sueño sugiera armonía, creatividad y talento artístico.”
Nunca les comente pero amo completamente recordar mis sueños y interpretarlos mientras mi amigo googlito me ayuda, o sea que voy a tener una armonía, creatividad y talento artístico descomunal.
Bueno vamos a lo que nos compete, después de mi siesta, Salí con mis ojos aun acostumbrándose a la luz solar, y vi a mi padre (vamos a nombrarlo Sr. Papa dulce), cortando el pasto lo cual desencadeno que inevitablemente deba ayudarlo, y como siempre medite y compare lo que hacia con la vida, lamentablemente me toco hacer lo que menos me gusta hacer que es rastrillar, pero me di cuenta que lo hago casi como actúo en la vida.
Por supuesto me quede con el rastrillo cual gaviota que mira el horizonte, a lo que el Sr. papa dulce me dijo:

Sr. Papa dulce: “que haces pelotudo? Ponte a rastrillar”

Nico: “papa dulce, alguna vez pensaste que cortar el pasto es como vivir?”

Sr. Papa dulce: “si por que vivís juntando la mierda de los perros?”

Nico: “nono me refiero a rastrillar”

Y así fue como empecé a filosofar, un poco, solo un poco y le explique…
Muchos rastrillan todo y van juntando de a poco, otros hace una gran montaña de pasto, yo en cambio, hago pequeñas montañitas en todo el perímetro, y es casi como actúo en la vida, me gusta mucho regalar sonrisas, hacer pequeñas obras de acción, quizás, ayudar, escuchar, hacer sentir bien, no a una sola persona sino a pequeñas montañitas por todos lados, por que sabes que es lo mas lindo?
Ver que cuando juntas todo lo que hiciste en una bolsa era mucho más de lo que imaginabas.
Otra cosa que me encanta, es la bordeadora, nunca entendí por que la gente usa la bordeadora para cortar mucho pasto si justamente su acción es la que indica su nombre, bordear (?) debe ser por que en la vida me gusta dejar todo bien prolijito.
Así que espero en el poco tiempo que viví ir dejando pequeñas montañitas, así el día que me muera, pueda ver desde donde este que conseguí recaudar muchas mas cosas de las que me imaginaba.

Por supuesto la charla con Sr. Papa dulce jamás existió, pues siempre me pega golpecitos secos en la nuca, así es, justo como lo piensas, soy un joven maltratado, es mas si sos mujer y estas dispuesta a cuidarme, acepto, y aun mas si venís de enfermerita.
Me retiro, a escuchar mi nuevo tema de cabecera.